La industria de la bebida enfrenta una serie de desafíos económicos, sociales, de mercado y ambientales, incluida la energía creciente y los costos de materia prima. La disminución de los suministros de agua dulce y los objetivos de sostenibilidad han llevado a nuevos desafíos operativos, mientras que aumentan las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria, requieren procedimientos de higiene de fábrica más rigurosos y vigilantes.